INTOLERANCIA ALIMENTARIA
En España 1 de cada 4 hogares tiene a 1 miembro con intolerancia o alergia alimentaria a ciertos alimentos.
En Osteopatía Clot, se realizan test alimentarios para conocer posibles intolerancias que son responsables de síntomas en muchas ocasiones son inespecíficos y poco vinculativos al aparato digestivo pero molestos para la persona que los padece, como inflamaciones articulares, tendinitis de repetición, migrañas, inestabilidad emocional, problemas de crecimiento en niños.
Con un simple test kinesológico se consigue diferenciar que alimentos son los que pueden estar provocando este desequilibrio.
A continuación se explicará que son las intolerancias alimentarias y su diferencia con respecto a las alergias alimentarias.
La intolerancia alimentaria o alergia a los lácteos, gluten, cacahuetes y marisco son las principales afectaciones alimentarias entre los encuestados por Nielsen en su informe sobre el consumidor sensitivo.
Desde la Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos afirman que cada vez hay más casos de personas intolerantes. En España, según datos de Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el 2% de los adultos tiene alguna alergia alimentaria.
Este porcentaje se sitúa entre el 3-7% en los niños, aunque éstos suelen superarlas a partir de los 3 años. Las alergias pueden ser hereditarias, es decir, si el padre o madre tienen algún tipo de alergia a un alimento o componente el niño tiene entre 4 y 6 veces más posibilidades de padecerlo.
En cuanto al número de intolerantes alimentarios, la cifra puede llegar a ser 10 veces superior a los que tienen alergia.
Actualmente se considera que existe alergia alimentaria siempre que aparece una reacción inmunológica, sea ésta mediada o no por anticuerpos IgE, como respuesta a la ingesta de un determinado alimento. Existen distintas clasificaciones, siendo una de las más aceptadas la de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI), publicada en 1995, en la que se diferencian dos grandes grupos (reacciones tóxicas y reacciones no tóxicas). La Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica en su página web para familiares propone la siguiente:
1- Tóxica: ocurrirán siempre en todos los individuos expuestos cuando la dosis sea suficientemente elevada. Los compuestos tóxicos pueden ser externos, ocasionándose durante el procesamiento de los alimentos o por contaminantes (microbios, venenos, pesticidas…), y causando toxoinfecciones alimentarias como gastroenteritis, salmonelosis, etc.; o pueden ser tóxicos internos naturales en el alimento (setas venenosas). Estas reacciones tóxicas pueden, en ocasiones, manifestarse de forma similar a las reacciones alérgicas.
2- No tóxica: dependen de la susceptibilidad individual a un cierto alimento, y sólo ocurren en una proporción pequeña de personas. Dentro de estas reacciones no tóxicas encontramos:
2.1 Las que no son producidas por mecanismo inmunológico o INTOLERANCIAS.
La intolerancia a alimentos es una reacción adversa alimentaria en la que no se puede demostrar ninguna reacción de hipersensibilidad del sistema inmunológico. Las intolerancias más conocidas son la intolerancia a la lactosa y a la fructosa.
2.2 Farmacológicas: se presenta en pacientes que reaccionan de forma patológica a aminas vaso activas presentes en algunos alimentos (por ejemplo la cafeína).
2.3 Metabólicas.
2.4 Indeterminadas.
Dentro de las Tóxicas tenemos las ALERGIAS producidas por un mecanismo inmunológico.
1- Mediadas por IgE. Reacciones bien definidas, producidas por acción de los anticuerpos de tipo IgE, habitualmente inmediatas a la toma del alimento, manifestadas clínicamente con síntomas cutáneos (urticaria, angioedema), respiratorios (rinoconjuntivitis, broncoespasmo), síntomas gastrointestinales agudos y anafilaxia, aunque ninguno de ellos es exclusivo de estas reacciones.
La clínica puede ser leve o muy grave y puede afectar a uno o varios sistemas u órganos a la vez.
2- No mediadas por IgE. Producidas por mecanismos inmunológicos que no se han definido con tanta precisión, con participación de células o anticuerpos, y a veces con participación mixta (células y anticuerpos). Provocan una respuesta retardada o crónica.